martes, 29 de marzo de 2011

Ensalada de perdiz con papaya

La papaya es una de las frutas con más prestigio entre los naturistas. Rica en vitaminas A y C, es perfecta para combinar con carne ya que contiene la enzima papaína que ayuda a digerir las proteínas. Además es muy refrescante y su sabor, no muy acentuado, combina muy bien con cualquier aderezo de ensalada. Este plato está pensado para que los muy torpes podamos quedar como auténticos primeros espadas de la cocina

Compramos medio papayón maduro (al venir partido es más fácil ver el grado de madurez). Le quitamos la piel y lo partimos en trozos de uno o dos centímetros.

Calculamos una lata perdiz por cada tres o cuatro raciones, dependiendo del resto del menú. Es fácil encontrarlas y, en general, este tipo de conserva tiene una calidad media bastante aceptable. La que compramos nosotros procede de Albacete.

Abrimos una lata de perdiz escabechada y la desmenuzamos en trozos que se puedan repartir bien al emplatar. Tomamos unas cucharadas soperas del escabeche y lo mezclamos con un a.o.v.e. suave, arbequina u hojiblanca, agitando todo en un bote con tapa.

Emplatamos cubriendo el fondo del plato con la parte verde. Yo puse Florette Duo de espinaca baby+savia roja. Por encima, un par de cucharadas de la papaya partida que regamos con el escabeche mezclado con a.o.v.e. Y, por fin, adornamos con unos trozos de la perdiz desmenuzada.

Una ensalada distinta, con sabores potentes y muy refrescante. El problema, como en todos los platos con vinagre, es elegir el vino adecuado. No os cortéis, no van a defraudar un cava rosado, un blanco potente de fermentación en barrica o un tinto joven o roble. ¿Un jerez?

1 comentario:

  1. ¡Qué buena pinta! Y yo puedo decir que la mezcla es explosiva.

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